La Propiedad Emocional, como factor clave de la Continuidad en la empresa familiar
Cuando hablamos de la continuidad de la empresa familiar, nos
referimos a uno de los anhelos de los fundadores en preservar su legado,
promover un compromiso firme de su descendencia con la empresa y lograr una
trascendencia después de su partida.
El cumplir estos anhelos no es tarea fácil en las entrañas de
la empresa familiar, especialmente porque toca las raíces intangibles de los
miembros de la familia y que fundamentan
su existencia , dentro de estas raíces se encuentran los valores fundamentales
de la familia vividos en el día a día y convertidos en virtudes , la historia
familiar como un factor básico de sus existencia, anécdotas relatadas desde los
ancestros y que perduran en la imaginación de la descendencia y transmitidas de
generación en generación, los ritos familiares repetidos en ocasiones importantes.
Esta filosofía familiar nutre la empresa con una visión
compartida que permea sus estructuras organizacionales, la relacion con los
stake holders y sobre todo que motiva a la continuidad intergeneracional y que
le llamamos PROPIEDAD EMOCIONAL.
En las empresas familiares uno de los procesos que más la
impactan es la continuidad intergeneracional, por los distintos cambios que se
van sucediendo en el tiempo y la intensidad de las emociones que la rodean,
debido a los conflictos entre hermanos, primos, el fallecimiento de los padres,
el nacimiento de los hijos, nietos, el crecimiento y desarrollo de los hijos,
la sucesion y su cambio de liderazgo empresarial ; Sin embargo, la mayoría de
las empresas familiares a pesar de sufrir estas crisis, siguen consolidando su
legado muchas veces por instinto familiar, otras por el amor a la familia, por
la historia, los valores fundacionales, etc. lo cual deriva en un esfuerzo de
las generaciones tanto la que está al mando como la entrante para sostener su
riqueza socio emocional.
En su camino a su continuidad las empresas familiares han
considerado como factor importante el de la propiedad, que siempre ha sido
considerada como el patrimonio físico con que cuenta una familia empresaria y
que le da vida a la empresa y a la familia en su estructura patrimonial,
(composicion accionaria, tenencia de terrenos, edificios y oficinas, casas de
campo para la familia, inversiones en otras empresas, etc.)
El sistema de la propiedad concebido como la propiedad
patrimonial no es el único componente que existe en la visión sistémica de la
empresa familiar, sino que hay otros elementos que confluyen e influyen en la
continuidad de la empresa familiar, y es el de LA PROPIEDAD EMOCIONAL, que
actúa como un pegamento emocional que motiva a las familias empresarias a
trascender de generación en generación.
Desarrollar una propiedad emocional fuerte y positiva en los
miembros jóvenes de la empresa familiar resulta beneficioso y puede traducirse
en actitudes como un alto compromiso con la empresa y la intención de
participar activamente en el proyecto familiar a largo plazo. Por estas
razones, resulta útil conocer las estrategias clave que permiten desarrollar un
vínculo fuerte y positivo con el proyecto familia.
Una de las experiencias más sólidas en el desarrollo de la
propiedad emocional, lo encontramos en el caso de una familia empresaria que
por el trabajo de los padres y estar focalizados en el crecimiento de la
propiedad patrimonial , no se prestaba atención a los factores claves para
lograr la continuidad de la familia y se había generado conflictos entre los
hermanos y esto ocasionó la ruptura de los sucesores , la cual se logró detener
debido a la sensibilización de los factores claves siguientes:
- Conocimiento profundo de la historia familiar, las anécdotas familiares contadas desde la imaginación de los padres, abuelos, vivencia de ritos ancestrales que se repiten de generación en generación, símbolos familiares y el apego a las tradiciones familiares (recetas de cocina, días de unión familiar, el manejo de códigos propios de cada familia, viajes en conjunto, etc.).
- Un propósito familiar, vivido desde los valores fundacionales (amor al apellido, laboriosidad, honradez, respeto a las tradiciones), una mision clara hacia los objetivos de la familia y la empresa y el respeto a los cambios generacionales.
- Inversión (de tiempo, energía, ilusión, sueños, proyectos en conjunto) en la familia y la empresa
- Comportamiento empresarial de acuerdo a los valores fundacionales
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